Lanzarote, la isla volcánica
Hoy os quiero compartir nuestra ruta de 5 días por Lanzarote, la isla volcánica. La isla es un lugar increíble para unas vacaciones en familia, con paisajes que parecen de otro planeta, playas preciosas, y un montón de actividades que los peques van a disfrutar tanto como los adultos.
¿Por qué elegir Lanzarote para un viaje con niños? Porque es un destino donde puedes combinar playa, naturaleza y cultura sin recorrer largas distancias. La isla es lo suficientemente pequeña como para explorarla cómodamente, pero lo bastante variada como para sorprenderte cada día. Además, el clima es fantástico durante todo el año, lo que la convierte en el sitio ideal para una escapada en cualquier momento.
A continuación, os detallo nuestro itinerario, con recomendaciones y experiencias que disfrutamos muchísimo. ¡Espero que os sirva de inspiración para vuestra próxima aventura familiar!
¡Echa un vistazo en la sección “En la maleta” para ver qué no te puede faltar en este viaje!
Día 1: Llegada a Lanzarote y Playa de Papagayo
Mañana: Llegada y Check-in
Aterrizamos en Lanzarote por la mañana y nos dirigimos a nuestro alojamiento en Playa Blanca, una localidad en el sur de la isla. Nos alojamos en un hotel con piscina, muy cómodo para los niños y con fácil acceso a las playas cercanas.
Tarde: Playa de Papagayo
Después de instalarnos, fuimos a la famosa Playa de Papagayo, una de las playas más bonitas de la isla, con arena dorada y aguas cristalinas. Pasamos la tarde jugando en la arena y nadando. La playa es perfecta para los peques, ya que el oleaje es muy suave. No olvidéis llevar sombrilla y algo de picar, porque no hay muchas instalaciones.
Noche: Cena en Marina Rubicón
Cenamos en el Puerto Deportivo Marina Rubicón, donde hay varios restaurantes con terrazas. El ambiente es muy relajado y disfrutamos de una rica cena con vista al puerto.
Día 2: Parque Nacional de Timanfaya y Los Hervideros
Mañana: Visita al Parque Nacional de Timanfaya
Comenzamos el día explorando el Parque Nacional de Timanfaya, un lugar que parece sacado de Marte, con sus paisajes volcánicos. Hicimos el recorrido en autobús por la Ruta de los Volcanes, y tanto mi hija como yo estábamos fascinadas viendo los cráteres y las coladas de lava. También asistimos a las demostraciones geotérmicas, donde pudimos ver cómo el calor del subsuelo hace brotar el agua en forma de géiser.
Tarde: Los Hervideros y Charco de los Clicos
Después de Timanfaya, nos dirigimos a Los Hervideros, una zona de acantilados donde el mar choca contra la roca volcánica formando espectaculares olas. Es un lugar genial para pasear y sacar fotos. Luego, hicimos una parada en el Charco de los Clicos, una laguna verde junto al mar, un paisaje muy curioso y diferente.
Noche: Cena en Playa Blanca
Volvimos a Playa Blanca para cenar en un restaurante frente al mar, donde probamos pescado fresco. Fue un día lleno de aventuras y paisajes sorprendentes.
Día 3: La Cueva de los Verdes y Jameos del Agua
Mañana: Visita a la Cueva de los Verdes
Dedicamos el tercer día a explorar el norte de la isla. Empezamos con la Cueva de los Verdes, un túnel volcánico impresionante que se formó hace miles de años. Hicimos un recorrido guiado donde aprendimos sobre la formación de las cuevas, y el final del tour tiene una sorpresa que dejó a mi hija con la boca abierta.
Tarde: Jameos del Agua
Después de la cueva, fuimos a Jameos del Agua, otro túnel volcánico adaptado por el famoso artista César Manrique. Aquí hay un pequeño lago con cangrejos albinos, únicos en el mundo. El lugar es precioso, con jardines y una piscina que parece sacada de un cuadro. Además, hay un restaurante donde nos tomamos un refresco antes de continuar.
Noche: Paseo por Costa Teguise
Volvimos hacia Costa Teguise, donde dimos un paseo y cenamos en un restaurante cerca de la playa. Nos encantó el ambiente tranquilo y familiar de la zona.
Día 4: Isla de La Graciosa
Mañana: Excursión a La Graciosa
Tomamos un ferry desde Órzola para pasar el día en La Graciosa, una pequeña isla al norte de Lanzarote. Os dejo link para reservar el ferry. La travesía en barco fue divertida y una aventura en sí misma. Al llegar, alquilamos bicicletas para explorar la isla (también podéis hacer senderismo si preferís caminar). Os dejo link a las bicis.
Tarde: Playa Francesa
Fuimos a la Playa Francesa, una cala de aguas cristalinas perfecta para nadar y disfrutar de un día tranquilo en la naturaleza. La arena es suave y blanca, ideal para los peques. Pasamos la tarde aquí y comimos un picnic que llevamos en la mochila.
Noche: Regreso a Lanzarote y Cena en Órzola
Volvimos en ferry a Órzola y aprovechamos para cenar en uno de los restaurantes del puerto, donde probamos las famosas papas arrugadas con mojo y pescado local.
Día 5: Jardín de Cactus y Teguise
Mañana: Visita al Jardín de Cactus
El último día visitamos el Jardín de Cactus, una obra también de César Manrique. El jardín es muy bonito, con más de mil especies de cactus de todo el mundo. Mi hija se lo pasó en grande viendo los cactus gigantes y buscando lagartos entre las plantas.
Tarde: Teguise, el Pueblo Más Antiguo de la Isla
Terminamos nuestro viaje visitando Teguise, el pueblo más antiguo de Lanzarote. Dimos un paseo por sus calles empedradas, visitamos algunas tiendas de artesanía y disfrutamos de la atmósfera relajada. Si vais un domingo, encontraréis el mercado semanal, que es muy animado y perfecto para comprar recuerdos.
Noche: Cena de Despedida en Playa Blanca
Regresamos a Playa Blanca para una última cena junto al mar, recordando todas las aventuras vividas en estos cinco días. ¡Fue el broche final perfecto para un viaje inolvidable! Nos fuimos relativamente pronto a dormir porque cogíamos un vuelo muy temprano.
Recomendaciones para Viajar a Lanzarote con Niños
Alquiler de Coche:
Es la mejor forma de moverse por la isla y llegar a todos los rincones. Las distancias no son muy largas y las carreteras están en buen estado.
Protegerse del Sol:
Aunque el clima es agradable, el sol puede ser fuerte. No olvidéis llevar protector solar, gorra y gafas de sol para toda la familia.
Zapatos Cómodos para Caminatas Cortas:
Muchos lugares, como el Timanfaya o Los Hervideros, requieren andar un poco por terrenos irregulares.
Picnic en las Excursiones:
Algunos sitios no tienen restaurantes cercanos, así que es útil llevar algo para picar, sobre todo cuando se viaja con niños.
Lanzarote nos sorprendió con sus paisajes tan variados y su energía especial. Fue una aventura maravillosa para mi hija y para mí, y estoy segura de que os encantará tanto como a nosotras. ¡Que disfrutéis de vuestra escapada a esta isla volcánica y llena de magia!