Harry Potter The Exhibition

Harry Potter The Exhibition

Hoy os traigo un planazo que hicimos mi hija y yo y que os aseguro es de lo más mágico: Harry Potter The Exhibition en Madrid. ¿Vuestros hijos también están obsesionados con Harry Potter? En casa somos auténticas fans de la saga, y esta exposición nos tenía a las dos ilusionadísimas. Es una actividad ideal para compartir con los niños y dejar volar la imaginación, así que si estáis buscando un plan único, seguid leyendo para todos los detalles y recomendaciones.

¿Por qué Harry Potter The Exhibition es perfecta para los niños?

Primero que nada, esta exposición es el plan perfecto para que los niños se sumerjan en el mundo de Harry Potter, vivan una experiencia interactiva y participen en actividades emocionantes. Está diseñada para todas las edades y permite explorar tanto el mundo mágico de los libros como el de las películas. En nuestro caso, además, es una gran oportunidad de pasar tiempo de calidad juntas, ¡y en un ambiente tan especial! Es un buen plan para estimular la curiosidad y, por supuesto, para que disfruten al máximo de ese momento especial con sus personajes favoritos.

Consejos prácticos antes de ir

Entradas: 

Lo primero que hicimos fue comprar las entradas online con antelación. Hay horarios asignados, así que recomiendo elegir uno que no sea ni muy temprano ni muy tarde para aprovechar bien el día y que los niños no estén cansados. Podéis comprarlas aquí.

Duración: 

Nosotras estuvimos algo más de dos horas, que fue un tiempo ideal para verlo todo sin prisa.

Ropa cómoda y cámara en mano: 

Aunque es una exposición cubierta, hay muchas actividades, y los niños van a querer moverse, correr y explorar. Eso sí, llevad la cámara o el móvil cargado: ¡os prometo que vais a querer fotos de cada rincón!

Nuestra experiencia en The Harry Potter Exhibition

1. Bienvenida al mundo mágico

Nada más llegar, nos recibieron unos guías súper simpáticos que nos explicaron cómo funcionaba la exposición. ¡Desde el primer paso ya te sientes en Hogwarts! Mi hija, por supuesto, iba disfrazada de Gryffindor con su bufanda y varita, y en cuanto entramos, le brillaban los ojos. Al comienzo, hay una ceremonia de selección donde los niños pueden ponerse el Sombrero Seleccionador y ver a qué casa pertenecen. ¡Ella salió en Gryffindor y yo en Ravenclaw, para su sorpresa!

2. Exploración interactiva de Hogwarts

Una vez dentro, la exposición está organizada en áreas temáticas con diferentes escenas y espacios de Hogwarts. Pasamos por el Gran Comedor, donde vimos las largas mesas llenas de comida (¡aunque no comestible, para decepción de mi hija!), las decoraciones y detalles como los platos y velas colgantes que se ven en las películas. Luego, nos llevaron al Aula de Pociones, donde los niños podían oler ingredientes extraños y ver cómo se preparan las pócimas.

Uno de los momentos favoritos de mi hija fue en el Área de Defensa Contra las Artes Oscuras. Aquí, los niños pueden aprender algunos hechizos básicos y practicar movimientos. Le encantó poder participar y hacer su propio hechizo, y no paraba de reír con los efectos de luz y sonido cada vez que alguien decía un “Expelliarmus” en voz alta.

3. El Bosque Prohibido y la Cabaña de Hagrid

Esta parte es un poco más oscura, pero ideal para los pequeños exploradores. Caminamos por un pequeño bosque lleno de criaturas mágicas. Entonces llegamos hasta la cabaña de Hagrid, donde mi hija se emocionó viendo al hippogrifo Buckbeak. Pudo acariciarlo (una réplica muy realista) y hasta posar para una foto. Aquí, si a vuestros peques no les dan miedo las criaturas mágicas, seguro que se lo pasan en grande.

4. La Sala Común y el Campo de Quidditch

Después, nos dirigimos a la Sala Común de Gryffindor. Allí había varios sillones, libros y objetos que los niños podían ver de cerca, como el Mapa del Merodeador y algunas de las ranas de chocolate (otra vez, ¡lástima que no fueran reales!). Además, había un rincón lleno de vestuario y accesorios donde los niños podían disfrazarse y tomarse fotos.

Terminamos esta sección con una experiencia de Quidditch. Aquí mi hija se subió a una escoba y, gracias a efectos de pantalla verde, parecía que estaba volando por el campo. Salió de allí más que feliz y, por supuesto, diciendo que quería aprender a jugar al Quidditch de verdad.

5. Zona de Recuerdos

Finalmente, pasamos por la tienda de recuerdos, que es una auténtica tentación para los fans. Mi hija insistió en llevarse una varita y un llavero de su casa, y, aunque los precios son un poco altos, es una bonita manera de llevarse un recuerdo del día.

Recomendaciones finales para las familias

  • Reservad con antelación. Y si podéis, id en días de semana o a horas menos concurridas. Ya que se llena y a veces es difícil moverse si hay demasiada gente.
  • Dadles libertad para explorar y preguntar; es una exposición para aprender y experimentar. Los guías están siempre dispuestos a responder preguntas y hacer de la visita algo muy especial.
  • Disfrutad de las fotos y cread vuestra propia aventura en familia. Cada rincón está pensado para sorprender y, de verdad, es un día mágico que tanto los niños como los mayores disfrutarán a tope.

Nuestra visita a The Harry Potter Exhibition en Madrid fue un día mágico, lleno de risas, fotos y momentos que seguro recordaremos mucho tiempo. Si tenéis la oportunidad de ir, ¡no os lo penséis! Y si vais, contadnos en los comentarios cómo fue vuestra experiencia. ¿Os tocó Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff o Slytherin? ¡Hasta la próxima aventura, familias!

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